Comprobación de auditoría de correo electrónico para SPF DKIM DMARC y BIMI

Por qué una auditoría de autenticación del correo electrónico es esencial para BIMI

Antes de implantar BIMI (Indicadores de Marca para la Identificación de Mensajes), su dominio debe pasar estrictas comprobaciones de autenticación de correo electrónico. BIMI se basa en la correcta configuración y aplicación de SPF, DKIM y DMARC. Omitir una auditoría exhaustiva puede dar lugar a una implantación fallida de BIMI, problemas de entregabilidad y exposición a riesgos de phishing.

Paso 1 - Definir el alcance de la auditoría y recopilar información

  • Identifique todos los dominios de envío y las fuentes de correo electrónico: Enumere todas las plataformas, servicios o herramientas que envían correo electrónico en su nombre.
  • Documente los registros de autenticación actuales: Recopile los registros DNS SPF, DKIM y DMARC existentes para cada dominio.
  • Revise los controles de acceso: Asegúrese de que sólo el personal autorizado puede modificar la configuración DNS y de correo electrónico.

Paso 2 - Comprobar los registros SPF, DKIM y DMARC

  • SPF: Compruebe que su registro SPF enumera todas las IP y servicios de envío legítimos. Utilice herramientas de análisis en línea para comprobar si hay errores de sintaxis y búsquedas DNS excesivas.
  • DKIM: Confirme que DKIM está activado para todos los remitentes y que las claves públicas se publican correctamente en DNS. Envíe correos electrónicos de prueba e inspeccione las cabeceras en busca de firmas DKIM válidas.
  • DMARC: asegúrese de que existe un registro DMARC y de que está configurado como "en cuarentena" o "rechazado", un requisito para BIMI. Revise los informes DMARC para detectar fallos de autenticación y remitentes no autorizados.

Paso 3 - Utilizar herramientas de análisis para validar la autenticación

  • Pasa tu dominio por herramientas de análisis de autenticación de confianza: Utiliza plataformas como Google Postmaster Tools, MailTester o SendForensics.
  • Comprueba si hay errores o desconfiguraciones: Estas herramientas resaltarán los registros que falten o que no sean válidos, los problemas de alineación y proporcionarán recomendaciones prácticas.
  • Supervise la reputación del remitente y los índices de spam: Unas tasas elevadas de rebotes o quejas por spam pueden socavar la preparación para BIMI.

Paso 4: subsanar las vulnerabilidades y las lagunas normativas

  • Resuelva cualquier fallo de autenticación: Actualice los registros SPF, DKIM y DMARC según sea necesario.
  • Elimine remitentes obsoletos o no autorizados: Limpie los registros DNS para evitar riesgos de suplantación de identidad y phishing.
  • Garantice la alineación: El dominio en su firma DKIM y SPF debe coincidir con su dirección "De" para que DMARC pase.

Comprobaciones finales antes de la implantación del BIMI

  • Prueba con las herramientas de preparación de BIMI: Utilice los comprobadores específicos de BIMI para confirmar que su configuración de autenticación cumple todos los requisitos y previsualizar cómo se mostrará su logotipo.
  • Supervise el cumplimiento continuo: Establezca auditorías periódicas e informes DMARC para mantener la elegibilidad BIMI y detectar nuevos problemas rápidamente.
  • Prepare su logotipo de marca registrada: BIMI requiere un logotipo de marca registrada y, en muchos casos, un certificado de marca verificada (VMC) antes de publicar su registro BIMI.

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Póngase en contacto con nuestros agentes para obtener una auditoría completa y una hoja de ruta para la implantación de BIMI.

Para obtener más información sobre las mejores prácticas de autenticación, consulte nuestra pregunta frecuente sobre Por qué la aplicación de DMARC es la base de una implantación satisfactoria de BIMI.

Auditoría de autenticación: El primer paso esencial para BIMI: verificar SPF, DKIM y DMARC para cada dominio remitente.

Utilice herramientas de análisis: Los verificadores en línea y los informes DMARC ayudan a detectar errores antes de que afecten a la capacidad de entrega o a la preparación para BIMI.

Supervisión continua: Las auditorías periódicas garantizan que la autenticación siga siendo sólida y que su marca permanezca protegida.